La invención de la imprenta de Gutenberg fue un hecho clave en el siglo XV, pero si algo revolucionó de verdad el mundo de la escritura siglos antes, fue la invención del papel. Pasado ya unos cuantos siglos más y ubicándonos de lleno en la era digital, te explicamos la importancia del papel en productos impresos y los principales tipos de papel existentes.
El papel y la imprenta
Como bien sabes de cuando estudiabas primaria (porque lo recuerdas, ¿verdad? 😜 ) El papel se inventó en China sobre al año 100 d.C. pero no llegó a Europa hasta el Renacimiento, unas décadas antes de que Gutenberg creara la imprenta. Hasta ese momento se utilizaba el pergamino, pero era un producto mucho más costoso tanto de manejar como de fabricar. Con el incremento del comercio y de la necesidad de llevar la contabilidad, el papel comenzó a ser un elemento mucho más útil y más atractivo.
La fabricación del papel evolucionó tanto en el uso de las materias primas como en el tratamiento que se le aplicaba para ir dotándolo de cada vez mayor calidad. El mayor salto cualitativo en la fabricación del papel fue en el siglo XIX cuando se comenzó a utilizar madera como base para su confección.
¿Qué tipos de papel para imprimir se pueden utilizar?
A la hora de imprimir productos corporativos con la máxima calidad, hay que tener en cuenta las diferentes posibilidades que existen en lo que respecta a tipos de papel. Podemos hacer dos grandes clasificaciones:
- Según su estructura
- Estucado: utilizado para revistas, catálogos y folletos. Es un papel de textura fina y sin poro, con una superficie suave y brillante. Cuenta con varios acabados: Brillo o glossy Mate
- Semimate: especialmente adecuado para pósteres, tarjetas de visita y folletos, entre otros productos.
- Offset: folio utilizado comúnmente para las fotocopiadoras, en libretas o libros. Es muy poroso, con lo cual absorbe mucha tinta. Empleado, por ejemplo, en papel de carta, sobres, cuadernos y bloc de notas.
- Según su grosor
- 80-100g: papel de folio clásico de oficina, el que todos tenemos en casa.
- 90-170g: muy utilizado en impresiones de mayor calidad como folletos, carteles, dípticos, trípticos… El más común es el de 100-135g.
- 200-250g: cartulinas finas. Se emplea por ejemplo, para imprimir flyers.
- 250-350g: utilizado en tarjetones y tarjetas de visita, por ser una cartulina más gruesa.
Tipos de encuadernaciones
Una vez elegido el tipo de papel y terminado el proceso de impresión, hay que elegir el modelo de encuadernación más adecuado para que nuestro producto luzca super-mega-chuli y el departamento de marketing, sea de nuevo, el centro de todas las felicitaciones 👏💪
- Wire-O: dos lazos en bucle de metal o plástico grueso. Es un sistema económico y rápido con posibilidad de giro de 360º y gran resistencia.
- Espiral: se pasa una espiral en el bloque que se quiere encuadernar a través de una fila de agujeros previamente realizados. Menos resistente que el Wire-O.
- Grapa: se utilizan grapas o sujeciones metálicas para unir los folios. Encuadernación ecológica y económica más utilizada, sobre todo, en folletos.
- Grapa Omega: sobresale en forma de gancho para meterse en carpetas de anillas. Tiene como ventaja que no es necesario hacer taladros y se pueden utilizar 2 o 4 grapas.
- Rústica cosida: se cosen los pliegos por separado según la paginación y se aplica cola caliente para unirlos entre sí y con la portada. El método más resistente pero también el más caro.
- Rústica fresada o encolada a la americana: se hace un taco con las hojas, se fresa el lomo, se encola y se pega la cubierta. Barato pero más débil.
- Rústica PUR: sigue el procedimiento de la anterior, pero con otro tipo de cola de mayor densidad y resistencia.
- Tapa dura o cartoné: los pliegos cosidos o fresados son adheridos a una tapa de cartón que está forrada con tela, papel o piel. Tiene mayor resistencia que la encuadernación rústica.
